Meditar puede resultar tan efectivo o más que medicarse para hacer frente a la depresión, según un estudio realizado por la Universidad de Exeter (Reino Unido). El estudio se ha basado en técnicas de meditación budista y su resultado es un tratamiento bautizado como “terapia cognitiva basada en la plena consciencia” (MBCT por sus siglas en inglés), que propone una alternativa natural a los antidepresivos químicos.
La meditación propone a los pacientes centrarse en su existencia presente, en vez de obsesionarse con el pasado y el futuro, afirmó el profesor Willem Kuyken, director del estudio, que publica este lunes la revista “Journal of Consulting and Clinical Psychology”.
Kuyken, que trabaja en el Centro de Trastornos de la Conducta de la Universidad de Exeter, explicó que se escogió a dos grupos de personas con un largo historial depresivo, a uno de los cuales se trató con los medicamentos habituales y al otro con la terapia zen.
Ambos tratamientos se prolongaron durante ocho semanas, tras las cuales se dejó pasar un periodo de 15 meses al término del cual se constató que un 60% de quienes se trataron con antidepresivos habían recaído, frente a un 47% de recaídas entre quienes habían meditado.
El profesor Kuyken señaló que los antidepresivos “funcionan mientras se toman y son muy eficaces a la hora de reducir los síntomas de la depresión”, pero añadió que “cuando la gente deja de tomarlos se es extremadamente vulnerable a una eventual recaída”.
“La terapia MBCT propone un enfoque diferente; enseña a la gente habilidades prácticas. Lo que hemos demostrado con este estudio es que, cuando los pacientes se esfuerzan, estas habilidades de meditación les ayudan a mantenerse en buenas condiciones”, aseguró.
Para Kuyken, se trata “de una opción viable para buena parte de las personas con esta enfermedad” y abre una vía mucho menos costosa para los servicios sanitarios, que podrían rebajar su factura farmacéutica y podrían tratar a más pacientes a la vez.
El estudio ofrece el testimonio de Di Cowan, un profesor de matemáticas de 53 años que tomó antidepresivos durante 15 años antes de unirse al grupo de meditación objeto del estudio.
Cowan explica que practica técnicas de meditación cuatro o cinco días a la semana, que le han ayudado “inmensamente”.
“Me han procurado la capacidad para levantarme frente a cosas que antes me habrían derribado, pensar en cómo superarlas y obtener una solución para seguir adelante”, indicó este paciente.
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