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Patrones de conducta - Causas y consecuencias


Rick Brinkman Rick Kirschner, medicos naturópatas, expertos en comunicación, en la tercera edición  de su libro “Dealing with people you can´t stand”(“Tratando con personas a las que no aguantas”), del que llevan más de dos millones de copias vendidas, plantean que mientras existen personas a las que no aguantamos (a las que definen como aquellas personas difíciles que o no están haciendo lo que nos gustaría que hiciesen o están haciendo cosas que no queremos que hagan y a las que no sabemos cómo tratar) y a las que no podemos cambiar, lo que  sí podemos hacer es comunicar con ellas de una manera que facilitemos el que ellas elijan cambiar. La clave se encuentra en cómo lograr llegar a ellas para influir positivamente cuando están actuando incorrectamente. 

El libro comienza con la identificación de diez patrones de conducta a los que recurrimos cuando nos sentimos amenazados o frustrados y que representan nuestra lucha contra o nuestra retirada de las posibles consecuencias indeseadas, seguidos con tres patrones de mal comportamiento que suelen ocasionar problemas a nivel familiar. Son 13 comportamientos que presentan la cara más negativa de las personas:

1.- EL “TANQUE”: este es el comportamiento que busca la confrontación. Se caracteriza por ser  mordaz, agresivo,  iracundo y poco respetuoso.

2.- EL “ FRANCOTIRADOR”: esta conducta destaca por sus comentarios groseros, por el sarcasmo y por ridiculizar a los demás.

3.- LA “GRANADA”: tras un breve periodo de calma explota en un comportamiento vociferante indiscriminado y con comentarios disparatados sobre cosas que nada tienen que ver con las circunstancias actuales.

4.- EL “SABELOTODO”: cuando adoptamos esta conducta casi nunca dudamos, tenemos una tolerancia baja a que nos corrijan o nos contradigan. Si algo va mal hablaremos con autoridad sobre quien es el responsable que siempre será otro. 

5.- EL “QUE CREE QUE TODO LO SABE”: los que se comportan de esta forma no suelen engañar a todas las personas de su entorno, pero si consiguen hacerlo en muchas ocasiones sólo por el placer de llamar la atención.

6.- EL “QUE SIEMPRE DICE SI”: este comportamiento se caracteriza por los intentos de agradar y evitar la confrontación, que conducen a quienes lo adoptan a decir sí sin pensar bien en las consecuencias. Reaccionan ante las últimas demandas que les hacen olvidando compromisos previos y se sobrecargan de obligaciones ajenas con lo que no tienen tiempo para ellos, lo que les ocasiona sentir resentimiento hacia los demás.

7.- LA PERSONA “QUIZÁS”: cuando tienen que tomar una decisión procrastinan con la esperanza de que surja una mejor elección. Lo que suele ocurrir es que llega un momento en que la decisión va a surgir por si sola cuando ya puede ser demasiado tarde.

8.- LA PERSONA “NADA”: no surge nada de este comportamiento, ningún feedback verbal o no verbal. No se puede esperar nada de la persona que adopta esta conducta.

9.- EL “QUE SIEMPRE DICE NO”: este comportamiento es capaz de derrotar grandes ideas con una sola sílaba: “No”. Es destructivo para la moral de los demás. Disfrazados como personas suaves y normales si adoptamos esta conducta estamos librando una batalla sin fin para conseguir la desesperanza y  la futilidad.

10.- EL “QUEJICA”: el que actúa de esta forma se siente sobrepasado e indefenso ante un mundo injusto. Su estándar es la perfección, pero nadie ni nada lo alcanzan, No sólo se sienten ellos mal sino que buscan compañía y nos traen sus problemas. Si les ofrecemos soluciones nos convertimos en mala compañía y las quejas arrecian.

11.- EL “JUEZ”: suele proponer un estándar que nadie puede alcanzar, para posteriormente juzgar y criticar.

12.- EL “ENTROMETIDO”: cree que sabe lo que es mejor para los demás, decide que son incapaces y busca dirigir la vida de éstos.

13.- EL “MÁRTIR”: te llenan de regalos los quieras o no para después reclamar  correspondencia. Cada regalo lleva consigo una obligación para el que lo recibe.

Los autores proponen que todos tenemos lo que ellos llaman una “LENTE DE COMPRENSIÓN  DEL COMPORTAMIENTO HUMANO” que nos ayuda a comunicar con eficacia, prevenir conflictos futuros y resolver los que surgen antes de que sean irresolubles. Una lente de aumento que nos va a permitir observar el comportamiento de una persona difícil para intentar comprenderlo y llegar a encontrar los motivos que lo originan. 

Para  enfocar nuestra “lente” debemos comenzar por observar el nivel de asertividad. Éste tiene un espectro que va de pasivo a agresivo  y todos tendemos  a encontrar nuestra zona de confort en este rango. Entre las reacciones pasivas podemos encontrar la sumisión, la actitud complaciente o flexible o la retirada o huida. Entre las reacciones agresivas tenemos  desde la determinación audaz hasta la dominación, beligerancia o ataque. Todos reaccionamos ante las situaciones complicadas con un nivel diferente de asertividad.  En los momentos retadores, difíciles o de stress  solemos abandonar nuestra zona de confort y nos volvemos o más pasivos o más agresivos. 

Al observar con nuestra “lente” podemos contemplar que existen patrones en relación con lo que centra nuestra  atención. Brinkman y Kirschner destacan dos:  

1.- Atención centrada en la tarea. Ésta nos absorbe tanto que nos impide concentrarnos en el resto de situaciones que nos rodean.

2.- Atención centrada en las personas. Se produce cuando lo único que importa son las relaciones.


Normalmente nos movemos, según las situaciones, entre los dos extremos. En situaciones difíciles, retadoras o de stress la mayoría de las personas tendemos a centrarnos en el “qué” (la tarea) o en “quién” (las personas) de la situación en lugar de en nuestra forma normal de actuar, más equilibrada.
Para ser capaces de discernir lo que centra la atención de los demás debemos escuchar atentamente. Si están centrados en la tarea suelen hacer preguntas del tipo: ¿trajiste el informe?, ¿Terminaste todas las tareas que tenías asignadas?, ¿Tienes ya las cifras que te pedí?, ¿Cuánto te falta para terminar el proyecto?, etc. Si por el contrario su foco de atención son las personas, las preguntas serían: ¿Qué tal fue el fin de semana?, ¿Cómo está tu familia?, ¿Cómo te encuentras?,…

Los autores plantean que todo comportamiento tiene un propósito, que condiciona la actuación. Han identificado 4 propósitos generales que  determinan la actuación de las personas ante cualquier situación:

1.- HACER LA TAREA. Cuando sentimos que realmente tenemos que hacer una tarea  tendemos a acometerla sin demora, a actuar más que a deliberar y a ser asertivos. Si la finalización de la misma es urgente podemos llegar a ser descuidados, agresivos, a actuar y hablar sin reflexionar previamente. Pero no sólo es importante completar el trabajo, en la mayoría de las ocasiones es más importante evitar cometer errores y tener la certeza de que todo es correcto.

2.- HACER LAS COSAS BIEN. Si esta es nuestra máxima prioridad procuraremos dedicar tiempo a observar los detalles, lo que nos llevará a estar cada vez más concentrados y absorbidos por la tarea. Normalmente dedicaremos tiempo a pensar antes de actuar y podemos llegar a no hacerlo si tenemos dudas sobre las posibles consecuencias de nuestros actos. 

Evidentemente es importante encontrar un equilibrio entre los dos propósitos. En ocasiones empezamos con el segundo y cuando el tiempo apremia pasamos al primero.

3.- LLEVARSE BIEN CON LAS PERSONAS. Es necesario si queremos crear y desarrollar relaciones. En estos casos podemos ser menos asertivos, ya que podemos poner las necesidades de los demás por encima de las nuestras. El deseo de llevarnos bien con determinadas personas va a hacer que nuestros deseos personales tengan menos importancia.

4.- SER APRECIADO Y RECONOCIDO POR LOS DEMÁS. Requiere un mayor nivel de asertividad y de enfoque hacia las personas para lograr ser vistos, oídos y reconocidos. El deseo de contribución hacia los demás y de ser apreciados es uno de los factores motivadores más fuerte.
Como con los propósitos anteriores es fundamental encontrar un equilibrio. Para ser apreciado es fundamental apreciar, también, a los demás.

Brinkman y Kirschner sugieren que aunque la prioridad de cada propósito varía en cada momento lo ideal es intentar encontrarnos normalmente en la zona central de cooperación, en la que aunque los propósitos sean diversos las personas que se encuentran en ella no están en conflicto ni se sienten amenazados. Tenemos que tener en cuenta que para que el trabajo en equipo tenga éxito cada integrante se debe sentir apreciado y reconocido.


Cuando nuestros propósitos no se consiguen nuestro comportamiento puede empezar a cambiar. Si tenemos como objetivo hacer las cosas y tememos que no lo vamos a conseguir nos volvemos más controladores, si queremos hacer las cosas bien y creemos que las podemos hacer mal nuestro comportamiento se vuelve más perfeccionista  y  detectamos y encontramos posibles errores y fallos continuamente. Si tememos no llevarnos bien con los demás podemos sacrificar todas nuestras necesidades para intentar agradar a los demás. Por último si creemos que no estamos siendo adecuadamente reconocidos podemos intentar captar su atención, llegando a forzar a los demás a reconocernos. Al final, si no tenemos cuidado  podemos estar reproduciendo los comportamientos de personas a las que no aguantamos, entrando en lo que Brinkman y Kirschner llaman la "zona de peligro"

Si observamos como las intenciones positivas cuando se sienten amenazadas o frustradas conducen a los comportamientos nocivos  anteriormente, tenemos queANTE AMENAZAS A :


1.- HACER LA TAREA: pensamos que los demás están perdiendo el tiempo, desviándose de los objetivos o tardando mucho. La intensidad del propósito crece y el comportamiento se vuelve más controlador y surgen sobre todo las conductas:

a).- "Tanque": centrada en cumplir una misión, sin poder enlentecer el ritmo, forzando las cosas o pasando por encima de los demás, no tiene ninguna inhibición para destrozar a los demás a nivel personal. Lo irónico es que no es nada personal ya que su objetivo es exclusivamente controlar el proceso y cumplir la misión. El comportamiento oscila entre una leve agresividad a una agresión directa.

b).- "Francotirador": el control intentan lograrlo avergonzando y humillando a los demás. La mayoría de las personas tememos que nos avergüencen  en público , circunstancia de la que se aprovechan los que utilizan este comportamiento para hacer comentarios cargados de intención dañina y sarcástica en los momentos en que somos más vulnerables.

c).- "Sabelotodo": controlan dominando la conversación con argumentos tediosos  y arrogantes, eliminando a la oposición al encontrar fallos y debilidades para desacreditar  otros puntos de vista. Como las personas que suelen adoptar este comportamiento normalmente son competentes suelen agotar a los demás con su estrategia  y se rinden ante ellos. 

2.- HACER LAS COSAS BIEN: a través de la lente distorsionada de los propósitos frustrados o amenazados para  hacer  las cosas bien, parece que todo lo que nos rodea se empieza a volver descuidado y casual. Cuando estos sentimientos  alcanzan  la suficiente intensidad el comportamiento se torna pesimista y perfeccionista, surgiendo sobre todo las conductas:

a).- "Quejica":  en nuestro mundo imperfecto los quejicas creen que no tienen ninguna capacidad para cambiar las cosas. Abrumados y sobrecargados por la incertidumbre de todo lo que puede ir mal, abandonan la idea de pensar en soluciones, con lo que su sentimiento de indefensión aumenta y se centran en cualquier problema que puedan utilizar como evidencia para una generalización masiva. Comienzan a emitir comentarios quejumbrosos del tipo: " Nada está bien, todo va mal", con lo que consiguen desesperar a los demás y deteriorar aún más la situación con el consiguiente aumento de sus lamentos y quejas.

b).- "Persona NO":  al tener la certeza de que lo que está mal nunca se va a poder corregir, no se sienten inhibidos para transmitir a los demás sus opiniones ( " Olvídate de hacer eso, ya lo intentamos y falló, si no funcionó entonces no lo va  a hacer ahora y no debes fiarte si alguien te dice lo contrario". En ocasiones triunfan y transmiten esa desesperanza a los demás.

c).- "Juez": su atención se centra en áreas específicas en las que han decidido que los demás no están dando la talla. Este comportamiento se caracteriza por oscilar entre ser quisquilloso, centrándose en detalles de poca importancia a la condena y exclusión. Las críticas poco constructivas son su especialidad. Pueden expresar sus juicios destructivos directamente al afectado o a otros a espaldas de éste.

d).- "Persona Nada": en ocasiones cuando los hechos no están a la altura de los estándares de perfección algunas personas se sienten tan frustradas que se retiran y aíslan completamente. Desde ese momento no hacen ni dicen nada.

3.- HACER LA TAREA Y HACER LAS COSAS BIEN: no todos los comportamientos se basan en una sola motivación. Si tenemos el doble propósito podemos ver a los demás a través de un ojo crítico que va a ocasionar que los consideremos incapaces de hacer lo que tiene que hacerse y por lo tanto tomar el mando y hacerlo nosotros mismos. La conducta más frecuente que aparece en estas circunstancias es la del:

a).- "Entrometido": al combinar el ojo crítico perfeccionista del "juez" con la naturaleza controladora del "tanque" tenemos al "entrometido". Estas personas saben que es lo mejor para los demás y se meten en sus vidas para tratar de que hagan lo que están seguros que deben hacer los demás. Su conducta oscila entre la interferencia indiscreta hasta la manipulación.

4.- LLEVARSE BIEN CON LOS DEMÁS: a través de la lente distorsionada de los intentos frustrados de llevarse bien con los demás la incertidumbre sobre lo que piensan los demás sobre ellos les lleva, a las personas que tienen este propósito, a interpretar las reacciones y comentarios de los demás como algo personal.  Su comportamiento se dirige a obtener la aprobación de éstos y a evitar su desaprobación. Las conductas que suelen aparecer con más frecuencia son las de:

a).- "Persona Nada":  tímidos e inseguros las personas que adoptan este comportamiento son expertos en "morderse la lengua" y callarse. Si no tienen nada agradable que decir se callan y en situaciones extremas se callan siempre.  Esta puede ser considerada como una estrategia perfecta para evitar el conflicto o dañar los sentimientos de los demás y que éstos se puedan enfadar. El problema es que como no saben relacionarse de forma auténtica con los demás o hablar honestamente no suelen llevarse bien con nadie.

b).- La "Persona Si": la persona que actúa de esta forma busca la aprobación y evitar la desaprobación tratando de complacer a todos. Contesta afirmativamente a todo lo que se le pide sin pensar en lo que está prometiendo o en las consecuencias de no cumplir sus compromisos, lo que ocasiona que con frecuencia la sobrecarga de obligaciones sea grande, así como  los incumplimientos, con lo que consigue enfurecer a las personas a las que pretende agradar. En las raras ocasiones en las que logra cumplir sus promesas su vida deja  de  ser suya ya que las elecciones se hacen alrededor de las necesidades y demandas de los demás. Estas circunstancias producen una ansiedad profunda y mucho resentimiento que puede llegar a producir actos de sabotaje.

c).- La "Persona quizás": al adoptar este comportamiento intentamos evitar la desaprobación evitando tomar decisiones, ya que una elección errónea puede enojar a alguien o algo puede ir mal y entonces ellos serían  culpabilizados. La solución que tomamos, pues, consiste en posponer la decisión hasta que otro la tome por nosotros o se tome por sí sola.  Este comportamiento perpetua el problema que se supone se tiene que resolver produciendo en los demás frustración y enojo  y la exclusión de relaciones profundas con los demás.

5.- SER APRECIADO POR LOS DEMÁS: a través de la lente distorsionada de los intentos frustrados de ser apreciado por los demás la falta de feedback positivo se combina en la mente de los que tienen este propósito con la interpretación subjetiva de sus reacciones, comentarios y expresiones de laos demás y se toma como un desaire a sus personas.  Los intentos de obtener reconocimiento se incrementan en proporción directa con la falta de feedback positivo y el comportamiento se centra cada vez con más intensidad en intentar conseguir llamar la atención. Las conductas más complicadas que surgen son:

a).- La "granada": los que adoptan esta actitud dicen que no reciben ningún reconocimiento ni respeto y pueden reaccionar con rabietas acompañadas de delirios y actitudes vociferantes. Como este comportamiento desesperado produce en los demás atención negativa y disgusto el que ha tenido esta conducta tipo "granada" se siente más agraviado y es fácil que ante la siguiente provocación explote con mayor intensidad. Se diferencia de la conducta tipo "Tanque" en que ésta última va dirigida en una sola dirección, mientras la "Granada" produce una explosión sin control que abarca 360 grados e introduce elementos que poco o nada tienen que ver con las circunstancias actuales.

b).- El "francotirador" amistoso: utiliza esta conducta para obtener la atención, porque realmente cree que no es nociva y que es una forma de demostrar que le gustas. Puede emplear frases como: "Nunca olvido una cara..., pero en tu caso haré una excepción". Normalmente la mejor defensa es una buena ofensa porque un comentario irónico puede ser un signo de reconocimiento, pero si las personas que lo reciben no tienen esta forma de dar o recibir apreciación pueden estar riendo o sonriendo en externamente  mientras están dolidos por una herida emocional en su interior. 

c).- El que "cree que lo sabe todo": el que emplea este comportamiento es especialista en exageraciones, medias verdades, jergas, consejos inútiles y opiniones no solicitadas. Carismáticos y entusiastas estas personas que están desesperadas por obtener atención pueden persuadir  y  conducir a grupos de ingenuos a situaciones complicadas. Si intentas argumentar con ellos suben el volumen de su voz y de sus opiniones y se aferran a sus ideas hasta conseguir que el interlocutor parezca tan ridículo como ellos.

6.- LLEVARSE BIEN CON LOS DEMÁS Y SER APRECIADO: el comportamiento que mejor se asocia es la del :

a).- "Mártir": la persona que adopta esta conducta puede resultar agradable en la superficie, ya que hacen todo lo que sea por cualquiera. Pero lo que realmente buscan es obtener el aprecio de los demás y tener un puesto importante en la vida de los demás. Desgraciadamente las cosas que hacen no necesariamente son las que los demás quieren que se hagan por lo que con frecuencia no obtienen el reconocimiento que esperan. Pueden terminar padeciendo un colapso emocional al quejarse de forma excesiva de que hacen todo para todos y se preguntan por qué nadie se preocupa por ellos.

Como conclusión de lo anteriormente expuesto los autores plantean que los comportamientos de las personas a las que no aguantamos están determinado por su percepción de lo que creen que está pasando y se relaciona con lo que ellos consideran importante. Su conducta interactúa con la nuestra que se basa en nuestras percepciones de las mismas variables. Esta interacción produce un resultado que puede ser aleatorio o intencionado y que en gran medida va a depender mucho de nuestra actitud.


Fuente: http://clavesliderazgoresponsable.blogspot.com.es

Comprobado: el dinero no compra la felicidad


Sonrisa en el cielo

¿Sueña con ganarse la lotería y ser feliz para siempre?
Muchos de nosotros también, pero antes de que ponga todas sus esperanzas en un boleto, hay algo que debe saber: toda la evidencia apunta a que ni siquiera un premio grande hará mucha diferencia al final.


Un estudio -"Ganadores de lotería y víctimas de accidentes: ¿es la felicidad relativa?"- encontró que la gente que ganó grandes premios no eran más felices que quienes compraron boletos pero no ganaron.Ganarse la lotería no es un tiquete a la felicidad verdadera, no importa cuán atractivo sea imaginar no volver a trabajar nunca y poder comprar todo lo que uno quiera.
Al parecer, si uno puede evitar las miserias básicas de la vida, tener un montón de dinero no te hace más feliz que tener poco.
Una manera de explicar esto es asumir que los ganadores de la lotería se acostumbran a su nuevo nivel de riqueza y sencillamente se adaptan a un nivel básico de felicidad, conocido como la "noria hedónica".
Otra explicación es que nuestra felicidad depende de cómo nos sentimos en relación con nuestros pares. Si uno se gana la lotería quizás se sienta más rico que los vecinos y piense que si se muda a una mansión en otro barrio será más feliz. Pero luego mira por la ventana y se da cuenta de que todos los nuevos amigos tienen casas más grandes.

El misterio

Oro y joyasEstos dos fenómenos sin duda juegan un papel, pero el misterio más profundo es por qué nos olvidamos de lo que nos satisface cuando podemos conseguirlo.

Tener o no tener riquezas materiales no parece hacer la diferencia para ser feliz.

Los ganadores de la lotería podrían tener en cuenta la "noria hedónica" y el efecto de comparación social cuando se gastan la plata, y así podrían 'comprar la felicidad'.
Pero parte del problema es que la felicidad no es un atributo como la altura, el peso o la renta, que pueden ser fácilmente medidos con un número.
La felicidad es un estado complejo y nebuloso que se alimenta de sencillos placeres pasajeros así como de recompensas más permanentes por actividades que sólo tienen sentido desde la perspectiva de años o décadas.
Por ello, quizás no es sorprendente que a veces nos quede difícil actuar de manera que nos haga más felices.
Las memorias imperfectas y la imaginación hacen que nuestras elecciones momento-a-momento no siempre reflejen nuestros intereses a largo plazo.
Parece incluso que el mero acto de tratar de medir qué nos satisface más nos puede distraer y desviarnos de nuestro objetivo.
Un importante estudio de Christopher Hsee del Chicago School of Business y sus colegas mostró cómo puede ocurrir.

Vainilla o pistacho

El estudio se basaba en una elección simple: a los participantes se les ofreció la opción de trabajar seis minutos por un galón de helado de vainilla o siete minutos por uno de pistacho.
En condiciones normales, menos del 30% escoge la tarea de siete minutos, y los que lo hacen es porque les gusta más el helado de pistacho.


Para los estudiosos de la felicidad, eso no es difícil de interpretar: los que quieren helado de pistacho están motivados a trabajar más tiempo por el sabor preferido.
Helado de vainillaPero el experimento ofrece una comparación extra que es vital.
A otro grupo de participantes se les ofrecieron las mismas opciones, pero con un sistema de puntos:
Trabajar seis minutos les daba 60 puntos; trabajar siete minutos les significaba 100 puntos.
Con entre 50 y 99 puntos recibirían un galón de helado de vainilla.
Con 100 puntos, uno de pistacho.
A pesar de que las acciones y los efectos eran los mismos, la introducción del sistema de puntos afectó dramáticamente la elección de la gente.

Cuesta menos, pero gusta más, y sin embargo en el experimento no sucedió lo lógico.
La mayoría escogió trabajar por más tiempo para ganar los 100 puntos para poder recibir el helado de pistacho, a pesar de que el 70% dijo que le gustaba más el helado de vainilla.
Basado en esto y en otros experimentos, Hsee concluyó que los participantes estaban maximizando sus puntos a expensas de maximizar su felicidad.
Los puntos son sólo un medio, algo que nos permite conseguir algo que disfrutaremos.
Pero el hecho de que esos puntos son fáciles de medir y comparar -100 es obviamente más que 60-, eclipsa el hecho de que un helado nos gusta más que el otro.
Así que la próxima vez que vaya a comprar la lotería por el premio que ofrecen o a escoger un vino mirando el precio o a comparar ofertas de trabajo según el salario que le ofrecen, quizás le convenga detenerse a pensar cuán feliz le hará esa apuesta, vino o trabajo, en vez de sólo fijarse en los números para tomar la decisión.
Tom Stafford
Domingo, 5 de mayo de 2013

Convivencia


22 Cosas que las personas felices hacen de forma diferente


La felicidad no es algo que esté hecho. Viene de tus propias acciones” 
Dalai Lama

Hay dos tipos de personas en el mundo: los que eligen ser felices y los que eligen ser infelices. Contrariamente a la creencia popular, la felicidad no proviene de la fama, de la fortuna, de otras personas o de bienes materiales. Más bien, viene de dentro. La persona más rica en el mundo puede ser completamente miserable mientras que una persona sin hogar, caminando por ahí en cada uno de sus pasos puede ser completamente feliz. Las personas felices son felices porque se hacen a sí mismas felices. Mantienen una actitud positiva ante la vida y están en paz con ellos mismos.
La pregunta es: ¿cómo lo hacen?
Es muy simple. Las personas felices tienen buenos hábitos que mejoran sus vidas. Hacen las cosas de manera diferente. Pregunte a cualquier persona feliz, y le dirán que ellos cumplen muchas de estas características:
1. NO GUARDES RENCOR
Las personas felices entienden que es mejor perdonar y olvidar que dejar que sus sentimientos negativos desplacen a sus sentimientos positivos. Guardar rencor tiene una gran cantidad de efectos perjudiciales sobre tu bienestar, incluyendo depresión aguda, ansiedad y estrés. ¿Por qué dejar que alguien que te ha hecho mal tenga poder sobre ti? Si dejas de lado todos los rencores, obtendrás una clara conciencia y la energía suficiente para disfrutar de las cosas buenas de la vida.

2. TRATA A TODOS CON BONDAD
¿Sabías que se ha demostrado científicamente que ser amable que te hace más feliz?    Cada vez que realizas un acto desinteresado, tu cerebro produce serotonina, una hormona que alivia la tensión y levanta el ánimo. No sólo eso, sino tratar a la gente con  amor,  dignidad y  respeto también te permite construir relaciones más fuertes.

3. VISUALIZA LOS PROBLEMAS COMO SI FUERAN RETOS
La palabra “problema” no es parte del vocabulario de una persona feliz. Un problema se ve como un inconveniente, una lucha, o una situación inestable, mientras que un desafío es visto como algo positivo, como una oportunidad, una tarea o un reto. Cada vez que te enfrentes a un obstáculo, trate de verlo como un reto.

4. EXPRESA GRATITUD POR LO QUE YA TIENES
Hay un dicho popular que dice algo como esto: “Las personas más felices no tienen lo mejor de todo, sólo sacan lo mejor de todo lo que tienen.” Tendrás un sentido más profundo de la alegría si valoras lo que ya tienes en vez de anhelar lo que no tienes.

5. SUEÑA EN GRANDE
Las personas que tienen el hábito de soñar en grande tienen más probabilidades de alcanzar sus metas que las que no lo hacen. Si te atreves a soñar en grande, tu mente alcanzará un estado enfocado y positivo.

6. NO TE PREOCUPES POR LAS PEQUEÑAS COSAS
Las personas felices se preguntan:      “¿Este problema importará dentro de un año?”   Ellos entienden que la vida es demasiado corta para ponerse nervioso sobre situaciones triviales. Dejar que las cosas dejen de ser un peso sobre tu espalda definitivamente te preparará para disfrutar de las cosas más importantes en la vida.

7. HABLA BIEN DE LOS DEMÁS
Ser bueno es mejor que ser serio. Hay algo tan divertido y sencillo como chismorrear y que normalmente te puede dejar de hacer sentir culpable o resentido. Decir cosas agradables acerca de otras personas te estimula a pensar en positivo, sin pensamientos prejuiciosos.

8. NUNCA PONGAS EXCUSAS
Benjamin Franklin dijo una vez: “El que es bueno para poner excusas rara vez es bueno para otra cosa.” Las personas felices no ponen excusas o culpan a otros de sus propios fracasos en la vida. En su lugar, asumen sus errores y, al hacerlo, de manera proactiva tratan de cambiar para mejor.

9. DÉJATE ABSORVER POR EL PRESENTE
Las personas felices no viven en el pasado o se preocupan por el futuro. Ellos saborean el presente. Se dejan sumergir en lo que sea que estén haciendo en ese momento. Para y huele las rosas.

10. DESPIERTA A LA MISMA HORA CADA MAÑANA
¿Has  notado que muchas personas exitosas tienden a ser  madrugadores?  Despertar  a  la misma hora cada mañana estabiliza tu ritmo circadiano, aumenta la productividad, y te ayuda a estar en calma y centrado.

11. EVITA LA COMPARACIÓN SOCIAL
Todos trabajan a su propio ritmo, así que ¿Por qué te comparas con los demás? Si piensas que  eres  mejor  que  otra  persona,   tienes  un sentido de superioridad nada saludable.  Si piensas que alguien es mejor que tú, al final acabarás sintiéndote mal contigo mismo. Serás más feliz si te concentras en u propio progreso y alabas el progreso de los demás.

12. ELIGE BUENOS AMIGOS
La miseria ama la compañía.  Es por eso que  es importante rodearse de gente optimista que te estimulen a alcanzar tus metas. Cuanta más energía positiva tengas a tu alrededor, mejor te sentirás contigo mismo.

13. NO BUSQUES LA APROBACIÓN DE LOS DEMÁS
A la gente feliz no le importa lo que otros piensan sobre ellos.  Siguen  su  propio corazón sin dejar que los pesimistas los desanimen.   Entienden  que  es  imposible  complacer  a  todos. Escucha  lo que  la gente tenga  que decir  pero nunca  buques la aprobación de ninguna otra persona salvo de ti mismo.

14. TOMATE TIEMPO PARA ESCUCHAR
Habla menos,   escucha más.   Escuchar mantiene   tu mente abierta a los demás saberes y puntos  de  vista  sobre el mundo.   Cuanto  más  intensamente  escuchas,   más   silenciosa permanece tu mente y más sientes el contenido y el mensaje de las cosas.

15. CULTIVA LAS RELACIONES SOCIALES
Una persona solitaria es una persona miserable. Las personas felices entienden lo importante que es tener relaciones fuertes y saludables. Siempre tómate tiempo para ver y hablar con tu familia, amigos o pareja.

16. MEDITA
Meditar los silencios de tu mente te ayudará a encontrar la paz interior. No tienes que ser un maestro zen para llevarlo a cabo. Las personas felices saben cómo silenciar sus mentes en cualquier lugar y en cualquier momento que necesiten para calmar sus nervios.

17. COME BIEN
La comida basura te hace lento y es difícil ser feliz cuando estás en ese tipo de estado. Todo lo que comes afecta directamente a la capacidad del cuerpo para producir hormonas que dictarán tu estado de ánimo, energía y enfoque mental. Asegúrate de comer alimentos que mantengan tu mente y cuerpo en buena forma.

18. EJERCICIO
Los estudios han demostrado que el ejercicio aumenta los niveles de felicidad tanto como cualquier antidepresivo lo hace. El ejercicio también aumenta tu autoestima y te da un mayor sentido de auto-realización.

19. VIVE CON LO MÍNIMO
Las personas  felices  rara  vez  mantienen  el  desorden  en  la  casa porque  saben  que  las excesivas  pertenencias  los  hacen  sentir más pesados,   abrumados y estresados.  Algunos estudios han concluido que los europeos son mucho más felices que los estadounidenses,  lo cual es interesante porque viven en casas más pequeñas, más simples, conducen coches más pequeños, y poseen menos objetos.

20. DI LA VERDAD
Mentir  te  estresa,   corroe tu autoestima,   y  ​​te  hace antipático.  La verdad te hará libre.  Ser honesto mejora la salud mental y la confianza que los demás depositan sobre ti. Siempre di la verdad y nunca pidas disculpas por ello.

21. ESTABLECE CONTROL PERSONAL
Las personas felices tienen la capacidad de elegir su propio destino. No dejan que otros les digan cómo deben vivir sus vidas.   Al  estar  en  completo  control  de  la  propia  vida atraen sentimientos positivos y un gran sentido de la propia valía.

22. ACEPTA LO QUE NO SE PUEDE CAMBIAR
Una vez que aceptas el hecho de que la vida no es justa,  estarás más en paz contigo mismo. En lugar de obsesionarte con cómo la vida es injusta, céntrate solo en lo que puedes controlar y cambiar para mejor.


Autor:  Chiara Fucarino
Fuente: Vorpalina.com

El precio y el valor