A veces queremos pasar invisibles delante de los problemas de los demas, pero cuidado podemos llegar a perjudicarnos a nosotros mismos.
Un ratón, mirando por un agujero en la pared ve a un granjero y a su esposa abriendo un paquete . . .
Pensó ¿Qué tipo de comida podía haber allí?
Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una ratonera.
Fue corriendo al patio de la granja a advertir a todos: "Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa"
La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levantó la cabeza y dijo: "Discúlpeme Sr. Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, mas no me perjudica en nada, no me incomoda"
El ratón fue hasta el cordero y le dice: "Hay una ratonera en la casa, una ratonera"
"Discúlpeme Sr. Ratón, mas no hay nada que yo pueda hacer, a no ser orar. Quédese tranquilo que lo recordaré en mis oraciones."
El ratón se dirigió entonces a la vaca y le dice: "Hay una ratonera en la casa, una ratonera"
¿Una qué, Sr. Ratón? Una ratonera?
Pero acaso, ¿Estoy en peligro? ¡Pienso que no!
Entonces el ratón volvió para la casa, cabizbajo y abatido, para encarar a la ratonera del granjero.
Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando a su víctima.
La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una cobra venenosa. La cobra picó a la mujer. El granjero la llevó inmediatamente al hospital.
Ella volvió con fiebre. Todo el mundo sabe que, para alimentar a alguien con fiebre, nada mejor que una sopa.
El granjero agarró su cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: La gallina.
Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarlos, el granjero mató al cordero. La mujer no mejoró y acabó muriendo.
Mucha gente fue al funeral. El granjero entonces sacrificó a la vaca para alimentar a todo el pueblo.
MORALEJA
La próxima vez que oigas decir que alguien está delante de un problema y crea que el problema no le merece atención, acuérdate que, cuando hay una ratonera en la casa, toda la hacienda corre riesgo.
Un ratón, mirando por un agujero en la pared ve a un granjero y a su esposa abriendo un paquete . . .
Pensó ¿Qué tipo de comida podía haber allí?
Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una ratonera.
Fue corriendo al patio de la granja a advertir a todos: "Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa"
La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levantó la cabeza y dijo: "Discúlpeme Sr. Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, mas no me perjudica en nada, no me incomoda"
El ratón fue hasta el cordero y le dice: "Hay una ratonera en la casa, una ratonera"
"Discúlpeme Sr. Ratón, mas no hay nada que yo pueda hacer, a no ser orar. Quédese tranquilo que lo recordaré en mis oraciones."
El ratón se dirigió entonces a la vaca y le dice: "Hay una ratonera en la casa, una ratonera"
¿Una qué, Sr. Ratón? Una ratonera?
Pero acaso, ¿Estoy en peligro? ¡Pienso que no!
Entonces el ratón volvió para la casa, cabizbajo y abatido, para encarar a la ratonera del granjero.
Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando a su víctima.
La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una cobra venenosa. La cobra picó a la mujer. El granjero la llevó inmediatamente al hospital.
Ella volvió con fiebre. Todo el mundo sabe que, para alimentar a alguien con fiebre, nada mejor que una sopa.
El granjero agarró su cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: La gallina.
Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarlos, el granjero mató al cordero. La mujer no mejoró y acabó muriendo.
Mucha gente fue al funeral. El granjero entonces sacrificó a la vaca para alimentar a todo el pueblo.
MORALEJA
La próxima vez que oigas decir que alguien está delante de un problema y crea que el problema no le merece atención, acuérdate que, cuando hay una ratonera en la casa, toda la hacienda corre riesgo.
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