Involucrarse en una verdadera disciplina requiere que usted desarrolle la capacidad de tomar acción.
Usted no necesita apurarse si no es necesario, pero tampoco querrá perder mucho tiempo. He aqui el tiempo de actuar: cuando la idea está caliente y la emoción es fuerte.
Digamos por ejemplo que usted quiere formar su biblioteca. Si ese es un deseo fuerte, lo que tiene que hacer es comprar el primer libro. Luego el segundo. Tome acción tan pronto como le sea posible, antes de que el sentimiento disminuya y antes de que la idea se esfume. Si no lo hace así, esto es lo que pasará: Usted caerá presa de la Ley de la Intención en Disminución.
Nos proponemos tomar una acción cuando la idea aparece. Nos proponemos hacer algo cuando la emoción es alta. Pero si no traducimos esa “intención” en “acción” lo bastante pronto, la urgencia comienza a disminuir. Después de un mes, la pasión se ha enfriado. Después de un año, no se la encuentra. Asi que tome acción. Establezca una disciplina cuando las emociones están altas y la idea es fuerte, clara y poderosa.
Si alguien le habla de buena salud, y a usted lo motiva, debe conseguir un libro sobre nutrición. Consiga el libro antes de que la idea se vaya, antes de que la emoción se enfríe. Inicie el proceso. Tírese al piso y haga algunas flexiones. Tiene que tomar acción; de otra manera la sabiduría se desperdicia. La emoción pasa pronto a menos que usted la aplique a alguna actividad disciplinada. La disciplina le permite a uno capturar la emoción y la sabiduría y traducirlas en acción. La clave es incrementar su motivación fijándose rápidamente una disciplina. Haciendo esto usted habrá iniciado el proceso de una vida completamente nueva.
He aqui el mayor valor de la disciplina: Amor Propio, también conocido como Autoestima. Muchas personas que están enseñando Autoestima en estos días no la relacionan con la disciplina. Pero en cuanto sentimos la mas mínima falta de disciplina en nosotros, eso comienza a erosionar nuestra psiquis. Una de las más grandes tentaciones es “aflojar sólo un poquito”. En vez de dar lo mejor de si, usted se permite hacer apenas un poquito menos que su mayor esfuerzo. Con toda seguridad, usted habrá empezado de la forma más imperceptible a disminuir su sentido de valía personal.
Hay un problema, incluso con una pequeña porción de negligencia. La negligencia empieza como una infección. Si no se ocupa de ella, se vuelve una enfermedad. Y una negligencia lleva a otra. Lo peor de todo, cuando la negligencia comienzan, disminuye nuestro sentido de valía personal.
Una vez que ha sucedido esto, ¿cómo puede recuperar su autorespeto? Todo lo que tiene que hacer es actuar ahora! Comience con las más pequeña disciplina que se acomode a su propia filosofía. Asuma el compromiso: "Me disciplinaré a mi mismo para alcanzar mis metas, de manera que en los próximos años pueda celebrar mi éxito."
Exitos,
Jim Rohn
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