Esta es la historia de cuatro personas que se llamaban Cadauno, Alguno, Cualquiera y Ninguno.
Había que hacer un trabajo importante y se pidió a Cadauno que lo hiciera. Cualquiera estaba seguro de que Alguno lo haría, pero Ninguno lo hizo.
Alguno se molestó a causa de ello, porque era el trabajo de Cadauno.
Cadauno pensó que Cualquiera podía hacerlo, pero Ninguno se dio cuenta de que Cadauno no lo había hecho.
Al final resultó que Cadauno riñó a Alguno, cuando Ninguno hizo lo que, en realidad, Cualquiera podría haber hecho.
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