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EL PODER DEL COMPROMISO


¿Cuál es la gran diferencia entre estar involucrado y estar comprometido? Involucrado viene de la palabra “envolver”, es decir, es lo aparente, lo que cubre, que parece ser que está, pero en realidad y en el fondo no está; en cambio, el compromiso se da cuando contraemos una obligación real y profunda, cuando nos sentimos responsables de algo. Para triunfar en esta vida, hay que aprender a comprometerse. El compromiso propicia seres excelentes. Todo ser excelente es un ser comprometido, no se detiene ante obstáculo alguno, desafía a cuanta tormenta se enfrenta. El marinero experto se hace en mares turbulentos, solamente cuando vivimos las crisis, en las más severas crisis, sacamos el auténtico talento del ser humano. Las crisis revelan nuestra naturaleza. Kafka decía: “Después del incendio queda el esqueleto”, ahí es donde nos damos cuenta de nuestra real estructura. ¿Cuál es la verdadera estructura de un ser humano? Un ser humano con una estructura digna primero se da por muerto que por vencido. Un ser humano extraordinario apuesta la vida en cada empresa que tiene; es a ellos a los que les debemos el mundo actual en el que vivimos, son aquellos que han desafiado en su tiempo todas las adversidades. Piense, para inventar la bombilla eléctrica, Thomas Alva Edison hizo cinco mil un intentos, pero por favor no piense en el intento cinco mil uno, piense usted en el intento tres mil doscientos dieciséis y luego en el tres mil doscientos diecisiete, luego en el tres mil doscientos dieciocho. Oiga, ¿esa persona tendría carácter para conseguir lo que estaba haciendo?, ¡por supuesto! Era firme, estaba convencido, sabía que iba a llegar, tenía fe, veía la luz al final del túnel. Ese gran hombre se desafió a sí mismo. Le pregunto: ¿En qué intento un pesimista dejaría de intentarlo?, seguramente no llegaría ni a la tercera. Una persona que está comprometida es una persona que escribe en la nieve. ¿Qué significa escribir en la nieve? Cuando las palabras se borran de inmediato. ¿Qué hay que hacer al día siguiente?, volver a escribir y, ¿pasado mañana?, volver a escribir y, ¿el próximo?, volver a escribir, intentar, intentar, intentar, hasta lograrlo. Hay personas que nunca han fracasado y hay personas que han tenido éxito. ¿Sabe usted por qué hay personas que nunca han fracasado? Lo decía Albert Einstein, porque nunca han intentado nada, por eso nunca han fracasado. Le sugiero que intente usted muchas, muchas cosas en la vida, aunque algunas le salgan bien, pero no se quede sentado a la orilla del camino a esperar a que las cosas sucedan, hay que intentarlo. ¿De dónde nace esa fuerza para tanto intento?, de la palabra mágica compromiso. Si usted no está comprometido con lo que quiere no lo va a intentar o al tercer intento se va a dar por vencido. Yo le pregunto: ¿una vida de éxito valdrá la pena intentarla? Claro que sí, no una vez, sino miles de veces para lograr su sueño. ¿Valdrá la pena comprometerse consigo mismo? La madre de todos los valores se llama la vida. El primer gran compromiso que tiene un ser humano al nacer es comprometerse con la vida, ¿de quién? De uno mismo. Si nosotros logramos difundir este valor entre toda nuestra juventud, entre todos los jóvenes del mundo, les garantizo que cada joven comprometido, será salvado de todo: de las drogas, del alcoholismo, hasta del sida. ¿Por qué? porque una persona que está comprometida se respeta a sí misma, una persona que está comprometida se ama a sí misma. Siempre estamos hablando de amor; pensamos que debemos amar a los otros, como nos amamos a nosotros mismos, pero la cuestión es, ¿usted se ama?, ¿está comprometido realmente con usted mismo?, ¿se aprecia usted como persona?, ¿tiene usted el valor de reconocerse a sí mismo en lo que vale? Yo creo que vale la pena reflexionar en el compromiso que debe tener consigo mismo.La única forma de poder salir adelante en la vida es cuando usted decide comprometerse a vivir, a decirle “SI” a la vida, a decirle “SI” a cada instante. Tenemos que morir a nuestro egoísmo, tenemos que morir a tantas fallas. Me preguntarán: ¿Por qué?, porque hoy me comprometí. Me comprometí a que todo lo que iba hacer, no iba a ser bueno, sino excelente, porque bueno no es suficiente, excelente es la medida. Viva hoy, dé su mejor esfuerzo, y dígale a Dios en la noche: “Señor hoy me puedo morir satisfecho, si acaso no fuera por lo que he logrado, sí porque el día de hoy viví intensamente la oportunidad que me diste de vivir. No guardé ni una sola gota de mi existencia. El día de hoy llegué cansado, porque di lo mejor de mí mismo. No me dormiré con las alforjas llenas sino vacías, porque entregué todo lo que poseo”. Y usted podrá esta noche dormir en paz y mañana cuando despierte, vuelva a llenar ese espíritu y diga: “Hoy me comprometo a vivir, a vivir intensamente a dar lo mejor de mí, hoy he aprendido a comprometerme con la vida”.

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