A menudo hablamos de felicidad, pero rara vez nos tomamos el tiempo para definirla. Y eso es probablemente porque es increíblemente difícil: cada disciplina científica tiene su propia perspectiva.
Desde una perspectiva filosófica, el concepto de felicidad a menudo se relaciona con vivir una "vida buena", floreciente, virtuoso y excelente, en lugar de experimentar una emoción. Para los psicólogos, la felicidad es un estado emocional y mental de bienestar relacionado con experimentar emociones positivas, pero también con un sentido de significado y satisfacción de la vida.
Los economistas también están interesados en la felicidad y han desarrollado numerosas encuestas, índices y ecuaciones para hacernos saber qué naciones y personas son las más felices. Además de los niveles de felicidad informados subjetivamente (hacia los cuales son comprensiblemente sospechosos), los economistas creen que factores como el ingreso individual, la seguridad social, el empleo, las relaciones, los niños, la libertad y el ocio tienen un gran impacto en nuestra felicidad.
En 2012, la ONU comenzó a publicar un Informe anual de felicidad mundial, una encuesta sobre el estado de la felicidad global que clasifica a 155 países en seis indicadores clave: libertad, generosidad, salud, apoyo social, ingresos y gobernanza confiable. Con estas medidas, Noruega, Dinamarca e Islandia obtuvieron los primeros puestos en 2017. Estados Unidos ocupó el 14 ° lugar.
Pero nuestro nivel nacional de felicidad no se traduce necesariamente en uno personal. Según los psicólogos, las circunstancias son responsables de solo alrededor del 10% de nuestros niveles personales de felicidad. Los estudios han demostrado que, independientemente de lo que le pase a la gente (ganar la lotería o perder una extremidad), sus niveles de felicidad tienden a volver a ser lo que eran antes del evento en aproximadamente dos meses. Este fenómeno se llama la cinta de correr hedónica o adaptación hedónica.
Los investigadores dicen que otro 50% de nuestra felicidad está determinada por nuestra biología, y más específicamente, rasgos de personalidad genéticamente determinados como "ser sociable, activo, estable, trabajador y concienzudo". Gemelos que tenían puntajes similares en rasgos clave: extroversión, calma y la escrupulosidad, por ejemplo, tenía puntuaciones de felicidad similares, pero estas similitudes desaparecieron una vez que se tuvieron en cuenta los rasgos.
No todo está perdido, sin embargo. El 40% de tu felicidad está determinada por tus pensamientos, acciones y comportamientos. Según Buda, esto es suficiente para liberarte del sufrimiento, si canalizas este potencial en los pensamientos, acciones y comportamientos correctos. La ciencia está de acuerdo: hay muchas cosas que puedes hacer para influir en tus niveles de felicidad.
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Autor: Teodora Zareva
Fuente: BigThink
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