El éxito rara vez produce la sensación de felicidad duradera que esperábamos. Una vez que finalmente logramos la meta que hemos perseguido, nuevos objetivos tienden a aparecer de forma inesperada.
Anhelamos nuevos logros porque rápidamente nos habituamos a los que
ya obtuvimos. Esta adaptación al éxito es tan inevitable como
frustrante, y es más poderosa de lo que se puede concebir.
La clave para vencer la adaptación al éxito es perseguir, lo que
los investigadores llaman, logros duraderos. A diferencia de los logros
que producen una felicidad efímera, el placer de los logros duraderos
permanece hasta mucho después del entusiasmo inicial. Los logros
duraderos son tan importantes que separan a aquellos que se sienten
exitosos y felices de aquellos que siempre esperan algo más.
Investigadores del Harvard Business School estudiaron este fenómeno
entrevistando y evaluando a profesionales que habían logrado un gran
éxito. Su objetivo era analizar qué hacían diferente estos profesionales
excepcionales para lograr un éxito tanto duradero como gratificante.
Los investigadores encontraron que las personas que eran a la vez
exitosas y felices a largo plazo estructuraban intencionadamente sus
actividades alrededor de cuatro necesidades principales:
- Felicidad: buscaban actividades que les produjeran placer y satisfacción
- Logros: realizaban actividades que produjeran resultados tangibles
- Significado: se dedicaban a actividades que tuvieron un impacto positivo en las personas
- Legado: realizaban actividades a través de las cuales podían transmitir sus valores y conocimientos a otros
La realización personal duradera llega cuando se buscan las
actividades que incluyen estas cuatro necesidades. Cuando alguna de
ellas falta, se tiene la sensación de que se debería estar haciendo algo
más (o diferente).
Estos comportamentos son el sello distintivo de las personas exitosas y felices porque abordan estas cuatro necesidades:
- Son apasionados. Jane Goodall dejó su casa en Inglaterra y
se mudó a Tanzania a los 26 años para comenzar a estudiar a los
chimpancés. Se convirtió en el trabajo de su vida, y Goodall se ha
dedicado completamente a su causa e inspirado a otros a hacer lo mismo.
Las personas exitosas y felices no solo tienen interés por su trabajo;
sienten verdadera pasión por su tarea y se dedican por completo a ella.
- Nadan contra la corriente. Existe una razón que hace que
las personas exitosas y felices sean diferentes. Para ser verdaderamente
exitoso y feliz, se deben seguir las propias pasiones y los propios
valores sin importar los costos. Basta con pensar en lo que el mundo se
habría perdido si Bill Gates o Richard Branson hubieran jugado seguro, o
si Stephen King no hubiera pasado cada segundo que le dejaba libre su
trabajo de profesor escribiendo novelas. Para nadar contra la corriente,
se tiene que estar dispuesto a correr riesgos.
- Terminan lo que empiezan. Las grandes ideas no tienen
absolutamente ningún significado si no se ponen en marcha. Las personas
más exitosas y felices llevan sus ideas a buen término, sintiendo la
misma satisfacción al superar las complicaciones y en la rutina diaria
como con el surgimiento inicial de la idea. Saben que una visión no
tiene significado a menos que se concrete. Solo entonces comienza a
crecer.
- Son resistentes. Para ser exitoso y feliz a largo plazo,
es necesario aprender a cometer errores, parecer un idiota e intentar
nuevamente, todo sin vacilar. En un estudio reciente realizado en el
College of William and Mary, los investigadores entrevistaron a más de
800 empresarios y encontraron que los más exitosos tenían dos cosas
fundamentales en común: les resultaba muy difícil imaginar el fracaso y
tendían a no preocuparse por lo que los demás pensaran de ellos. En
otras palabras, los empresarios más exitosos no pierden tiempo ni
energía en hacer hincapié en sus fracasos, ya que los ven como un paso
pequeño y necesario en el proceso de alcanzar sus metas.
- Hacen de su salud una prioridad. Existe una cantidad
inimaginable de vínculos entre la salud, la felicidad y el éxito. Los
hábitos de salud esenciales que las personas exitosas y felices
practican de manera consistente, y que he adquirido con gran esfuerzo a
lo largo de los años, son dormir bien (reduce el estrés, mejora la
concentración y es ideal para el estado de ánimo), comer alimentos
saludables (ayuda a concentrarse) y hacer ejercicio (es excelente para
aumentar la energía y la confianza).
- No se detienen en los problemas. Aquello en lo que enfoca
la atención determina el estado emocional. Si se fija la mente en los
problemas se crean y alargan las emociones negativas y el estrés, lo que
obstaculiza el rendimiento. Por el contrario, centrarse en acciones
para mejorarse a sí mismo y sus circunstancias, puede crear un sentido
de eficacia personal que produce emociones positivas y mejora el
rendimiento. Las personas exitosas y felices no se detienen en los
problemas porque saben que son más eficaces cuando se centran en las
soluciones.
- Celebran el éxito de otras personas. Las personas
inseguras dudan constantemente de su importancia y, debido a esto,
tratan de ser el centro de atención y critican a otros para demostrar su
valía. Las personas que confían en sí mismas, por otra parte, no se
preocupan por su importancia porque su autoestima surge desde dentro de
ellas mismas. En lugar de enfocarse en su propia inseguridad, se
concentran en el mundo exterior, lo que les permite ver todas las cosas
maravillosas que ofrecen las demás personas. Elogiar a los demás por
contribuciones es el resultado natural de esto.
- Piensan "out of the box". Las personas exitosas y felices
no han llegado a donde están pensando igual que todos los demás.
Mientras que otros permanecen en sus cárceles de zonas de confort e
invierten toda su energía en reforzar sus propias creencias, las
personas exitosas desafían el statu quo y se exponen a nuevas ideas.
- Mantienen una mente abierta. Exponerse a una variedad de
personas es inútil si se está siempre de acuerdo con ellas y se
reconforta con sus propias opiniones. Las personas exitosas y felices
reconocen que los diferentes puntos de vista proporcionan una
oportunidad para el crecimiento. Es necesario practicar la empatía
poniéndose en los zapatos de los otros para poder comprender la lógica
del punto de vista de otras personas (por lo menos, para ellas). Una
gran manera de mantener una mente abierta es intentar rescatar por lo
menos una cosa interesante o útil de cada conversación.
- No dejan que nadie le ponga un límite a su alegría. Cuando
su sensación de placer y satisfacción provienen de la comparación de sí
mismo con los demás, deja de inmediato de ser el amo de su propia
felicidad. Cuando las personas exitosas y felices se sienten bien por
algo que han hecho, no permiten que las opiniones ni los logros de los
demás les quiten esa satisfacción. Aunque es imposible no reaccionar a
lo que otros piensan de uno, no es necesario compararse con los demás, y
siempre se pueden tomar las opiniones de la gente con reservas. De esa
manera, no importa lo que otras personas piensan o hacen, la autoestima
viene de adentro. Independientemente de lo que la gente piense de usted
en cualquier momento en particular, una cosa es segura: nadie es tan
bueno ni tan malo como los demás dicen que es.
Resumiendo: Las personas exitosas y felices se concentran en
actividades que abordan una variedad de necesidades, no solo logros
inmediatos.
Autor y Fuente: Travis Bradberry, President, TalentSmart
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