1.
Porque después de viajar no vas a seguir siendo la misma persona (el punto 1 y
el 40 resumen todos los otros puntos)
3.
Porque te podés enamorar en el camino (¡esto es realmente
peligroso!) *Nota: posiblemente te enamores de alguien de tu propio país.
Esas cosas locas que suceden cuando uno viaja
4.
Porque te vas a llenar de historias inspiradoras en
el camino (en República Checa conocí a Antonio, un checo
precioso que se fue sin saber una palabra de español a recorrer toda
Latinoamérica, desde Antártida hasta México. Ahora ama el mate, habla un
español argentino divertidísimo y recibe a viajeros de todo el mundo en su casa de
Lyza nad Labem)
5.
Porque no sólo vas a escuchar historias inspiradoras sino que las vas a vivir y
te vas a encontrar a todos los responsables de esas historias (y
extrañamente, vos vas a empezar a ser uno de esos
inspiradores)
6.
Porque la vida normal te va a parecer realmente aburrida (a este punto no sé bien qué es “vida normal”, porque a veces me doy
cuenta de que mi vida normal ahora es viajar, y de que por supuesto la vida
normal también es muuuy disfrutable. Pero no importa, todos sabemos a qué me
refiero)
7.
Porque la rutina te va a sentar realmente
fastidiosa (9 a 5. Y realmente admiro a aquellos que pueden levantarse cada día
a la misma hora y trabajar todos los días ¡tanto! Yo no puedo, y creo que viajo
porque viajando no hay rutinas, más allá de las que acontecen cada día)
9.
Porque vas a conocer la libertad (este punto suena como
muuuuy grande. Voy a ser sincera: no sé si “toda” la libertad, pero sí cierta
libertad interior de decidir qué hacer a cada instante, definiendo destinos en
base a qué siente uno, respetando ciertos ritmos corporales, etc. ¿Los viajeros
tenemos responsabilidades? Sí, y esas responsabilidades se ajustan a ritmos
internos, pero no los delimitan)
10.
Porque vas a ser muy feliz (¡peligrosidad máxima! ¿Un
mundo de gente feliz? Peligroso. Y acá también voy a ser sincera: sí, hay días
en que estoy triste, cansada, de mal humor, desorientada. Pero esos días son
parte de un todo precioso: prefiero estar de mal humor porque no encuentro un
hostel, porque no sé si me alcanza la plata para comprar un pasaje o
porque mis nuevos vecinos camboyanos no me
dejan dormir,
porque significa que salí de mi burbuja y me largué a hacer lo que realmente
sentía hacer)
11.
Porque vas a encontrar habilidades personales que desconocías (Salí
de Argentina sin hablar inglés y durante nueve meses fui la sombra “inglesa” de
Rami que sí hablaba. De un día para el otro, me quedé sola y TUVE que hablar
inglés. Y lo hablé. Y me gustó, y no lo hice tan mal. Delicias de viajar: un
día no sabés algo, al otro día lo sabés porque es parte de tu supervivencia.
Rami por ejemplo en dos años montó su propia
empresa de marketing online, que ahora le permite seguir viaje alrededor del
mundo : )
12.
Porque te vas a volver más tolerante respecto de otras
culturas, otras personas y otras formas de vivir la vida (ver a
tantas personas VIVIR, estar muy vivas y no tan vivas, y todas viviendo vidas
taaaan diferentes… es increíble. Claro, también la tolerancia y el respeto se
aprenden en casa, pero el mundo entero te lo enseña de otras formas)
13.
Porque en el viaje vas a encontrar que estás más seguro de vos mismo (¡Díganmelo
a mi! Casi 4 años de pareja, 1 año y
algunos meses viajando siempre con alguien, y después sola: llegó el final de la
pareja, pero no mi final. Sola en un país del cual no hablaba demasiado su
idioma, sin dinero, sin amigos, y ahora sin hombre. Pero sucedió algo: hubo una
confianza absoluta de que todo TODO estaba MUY bien)
14.
Porque vas a volver a tu país de origen pensando qué tipo de negocio podés
comenzar para seguir viajando (No sé por qué pero la mayoría de viajeros que
voy conociendo por el mundo han logrado encontrar formas increíbles de seguir
viajando. Ejemplos:Aniko
Villalba, Marcando el
Polo, Viajero
emprendedor y
muchísisisisimos más dando vueltas por la red y fuera de la red)
15.
O no vas a querer volver (emm… no sé a lo que se
refiere este punto… jajajaja)
16.
Porque vas a amar apasionadamente el tiempo libre y el ocio improductivo (Hacer
NADA: NADA. Horas esperando un auto que te lleve, no hacés nada. Charlando con
viajeros en un hostel, no hacés nada. Escribiendo tonterías: no hacés
nada. Durmiendo
una siesta en un parque cualquiera, no hacés nada. Por el simple hecho de:
NO HACER NADA, y que no haya nada más importante que hacer)
17.
Porque vas a entender qué son las casualidades y cómo la vida te propone un
flujo de cosas inusuales que es realmente sorprendente y MUY claro cuando
viajás (Son tantas pero tantas las cosas “locas” que me han pasado viajando que
dudo que me creerían si las cuento. Así que mejor les dejo este artículo en donde otro
viajero explica muy bien cómo viene la cosa)
18.
Porque te vas a volver más consciente de tu cuerpo (Sí,
sí y más sí. Desde el momento en que el entorno te propone nuevas sensaciones,
el espectro de las cosas que sentimos en el cuerpo se amplía muchísimo)
19.
Porque vas a aprender a cocinar deliciosas, nutritivas y
llenas de historias (como cuando aprendí
a cocinar un postre checomientras escuchaba la historia de Katherina y la
ayudaba a recolectar los frutitos para preparar el postre. ¿Qué mejor?
Aprendizaje culinario al instante)
20.
Porque vas a aprender muchas formas de decir hola,
baño, adiós, bus, y te quiero (comida, cerveza y barato
seguramente también)
21.
Porque ahora vas a tener amigos en todos lados (es
extraño pensar que ahora tengo “casas” en donde volver alrededor del planeta.
Antes no existían, y eso me parece milagroso)
22.
Porque vas a aprender que las relaciones en los viajes
son generalmente muy intensas (sí, esto también sucede en “la
vida cotidiana”, pero cuando estás viajando los holas y adiós son muy
frecuentes, así que uno aprende a vivir con muchísima intensidad cada contacto)
23.
Porque te vas a dar cuenta de que el inglés de la secundaria sí servía (¡maldición!
sí servía. ¡Sí servía! Y también fue muy útil pasar una infancia con películas
con subtítulos. Rami diría que jugar videojuegos también es una fuente
importantísima para aprender inglés. Yo te digo: si tenés tiempo y dinero, tomá
clases. Pero si no tenés, no te preocupes, VAS A APRENDER inglés a la fuerza, y
va ser el inglés más hermoso de todos. En el momento en que te das cuenta de
que podés tener una conversación normal con alguien desconocido, pasaste una
frontera deliciosa)
24.
Porque te vas a encontrar haciendo cosas que antes jamás hubieras
hecho (ejemplo práctico: pasar
un mes y medio en La Toscana limpiando los corrales de las
vaquitas y las cabritas y los caballitos. Queremos decir: juntando caca 6 horas
por día. Me acabo de dar cuenta de que nunca conté “esa parte” de la
experiencia. Todavía era una bloguera muy pudorosa)
25.
Porque vas a dejar de tener miedo (bueno, yo sigo
teniendo miedo, pero menos. ¡Mucho MUCHO menos miedo! El viaje tuvo un efecto
terapéutico llamado: no te preocupes, todo TODO siempre va a estar bien)
26.
Porque vas a dejar de necesitar de muchas cosas para sentirte vivo (Ejemplo
práctico: hace mucho tiempo decidí viajar solo
con una mochila de
mano. Lo que entra entra, lo que no entra, no entra. ¿Moda? ¿Aros polleras
maquillaje? No entran. Lo que no fue usado en un mes de viaje, se regala, se
tira, se canjea)
27.
Porque te darás cuenta de que el mundo es un lugar mucho más
seguro de lo que habíamos creído (Dos años de viaje: NUNCA
NUNCA me pasó nada. Ni robos, ni miradas, ni violencia, ni sentirme incómoda en
un lugar. Me robaron en Argentina antes de mi primer viaje, eso es lo más
gracioso)
28.
Porque comprenderás que en el fondo somos todos iguales (Esta
es una sensación muy extraña de estar viendo a una señora camboyana trabajar y
saber que sos muy diferente, y que sin embargo, sin embargo… las dos estamos
vivas, así que algo parecido tenemos que tener ¿no? Algo que nos una, quiero
decir)
29.
Porque te acercarás a la naturaleza de una forma diferente (Creo
que aplica lo dicho en el punto sobre el respeto a las culturas. Ver el mundo
desde otros lugares, te hace ponerte más en contacto con el medio ambiente. A
veces para mejor, a veces para peor, como cuando me di cuenta de que Europa es un continente que está tristemente contaminado)
30.
Porque una vez que hagas el primer viaje, vas a darte cuenta de que la tierra era mucho más pequeña de lo que parecía en los
mapas (y que Europa no era tan grande como creíamos que era. A
mis profes de geografía: muchachos, no sabíamos nada. Nada. El mundo no es como
aparece en los mapas, que quede claro)
31.
Porque si cumpliste tu sueño de viajar por el mundo ya sabés que nada es imposible (El gran dilema de la libertad.
Una vez que lo hiciste, algo tuyo se relaja porque sabe que podés hacer
realmente lo que quieras. ¿Ir a India? Podés. ¿Montar tu propio negocio? Podés.
¿Ayudar a otros? Podés. ¿Relajarte y ser feliz? Podés. ¿Trabajar poco y tener
dinero? También)
32.
Porque vas a volver lleno de ideas nuevas
(Repetitivo, pero tengo que llegar a 40 jajajaja. Sí, ideas, ideas. Por
ejemplo: empecé a viajar y pensaba que tener 1.000 euros en el bolsillo ERA
POCO. ¿Ahora? Ahora mi mente tiene una revolución interna y sabe que con 1.000
EUROS mi cuerpo y yo podríamos sobrevivir tranquilamente algunos largos meses)
33.
Porque el apego por las cosas materiales se desvanece (Lo
mismo de la mochila. Empecé a viajar y necesitaba pantalones, calzas, cancanes,
polleras, polleritas, short, campera, campera, ochenta pulloveres, zapatos de
montaña… 2 años después: casi nada. Y estoy lejos de “la nada” porque en el
mundo no se permite andar desnudo, eso está claro)
34.
Porque no vas a necesitar una casa: cada lugar del mundo será una
casa diferente (¡Sí! Sí y extrañamente sí. ¿Mi almohada? ¿Mi
cama? ¿Mi habitación? ¿La comida argentina? No sé, creo que me gusta todo el
mundo y no tengo predilección por ninguno de los lugares que visité o los que
queda por visitar. Todos me vienen muy bien : )
35.
Porque te vas a dar cuenta de que la tierra es una sola y de que fronteras y países son ilusiones consensuadas (Lo
cual por supuesto a veces genera tristeza. El mundo al viajar se va
convirtiendo en una cosa muy absurda a veces)
36.
Porque te vas a volver un ciudadano global (¡Con
todo lo que ello implica! Poder relacionarte interculturalmente, tener una
visión panorámica de las cosas, poder trabajar desde cualquier lugar del mundo…
Sépanlo: un cambio grande está incubándose en nuestra generación)
37.
Porque vas a descubrir que estar solo y estar lejos no es tan abismal
como parecía al principio (Primer día de viaje: Fiebre. Fiebre en Venezia,
cosas que me pueden pasar nada más que a mi. Y preguntarme: ¡oh oh oh! ¿Qué
hago en el trasero del mundo? Dos años después: está bien, estoy lejos. ¿Pero
lejos de qué? Todo es muy relativo)
38.
Porque encontrarás personas que te abracen, te regalen un
consejo, un plato de comida, una palabra en cada uno de los países que
descubras (Sí, sí y más sí. ¿Todo está bien? ¡Todo está bien! En conjunto con
la confianza personal siempre viene añadida una dosis de cararrotismo -método
de supervivencia principal- y una confianza mundial, quiero decir: Todo está
bien, siempre)
39.
Porque vas a decir gracias muchas veces el día (Gracias,
gracias y muchas gracias, por todo, porque hay gente que te ayuda en los
momentos más extraños, como cuando te perdés en Estambul a las 12 de la
noche y un señor te lleva hasta la puerta de tu hotel. Gracias gracias y más
gracias)
40.
Porque exponerte a estímulos nuevos va a significar que cambies mucho…
¿Ya lo dije? Cambiar. Rotundamente. Mirar tus fotos de tu inicio y no
reconocerte. Creer que eras tímida y saber que no lo sos. Pensar que no ibas a
poder hacerlo sola y sin embargo lo hiciste. Lo hiciste vos, pero también
siendo parte de un flujo inmenso. Nuevos estímulos: nuevas conexiones
neuronales. Nuevas conexiones: una nueva forma de ver la vida. Y después de
todo: un nuevo yo, o muchos yo, o múltiples yo que deciden seguir de
viaje.
(Magali Vidoz)