Nuestro camino está lleno de conceptos opuestos que no pueden existir si no es en contraposición del otro. Así pues, no hay personas altas sino existieran las bajas, guapos sin feos, lentos sin rápidos… Una sucesión de antónimos con miles de acepciones intermedias; pues al fin y al cabo, entre el blanco y el negro siempre encontrarás los grises.
De entre todos ellos, no
hay dos conceptos enfrentados tan extremos como son la vida y la muerte. El
nacimiento y consiguiente viaje de experiencias y aprendizaje, que
culmina siempre y de forma inexorable con la muerte: la única cosa segura que
hay en la vida.
La muerte, ¿cuánto se ha
escrito sobre ella? y ¿por qué nos cuesta tanto aceptarla? Siempre que pienso
en ella y en los seres queridos que he perdido, no puedo evitar acordarme del
magnífico discurso sobre la aceptación de la muerte del filósofo,
escritor y locutor británico Alan Wilson Watts.
Fallecido en 1973, Alan Watts
fue un reputado teólogo y estudioso del budismo, el cristianismo y otras
religiones, así como de otras disciplinas puramente científicas como la
filosofía, la historia, la psicología y la psiquiatría.
En mi humilde opinión Watts
consiguió escribir uno de los discursos más bonitos y reconfortantes de la
historia, y es un gran consuelo en momentos de duelo, sean cuales sean tus
creencias.
No dejéis de escucharlo,
porque sin ninguna duda una vez que lo conozcas no
lo olvidarás jamás.
Autor: Kike Perez
Fuente: La voz del muro
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