Quizás se deba a que leemos o vemos muchas historias de amor o que realmente nos gusta sufrir. Sin embargo, no existen demasiadas explicaciones lógicas para comprender por qué nos enamoramos de lo imposible.
Aquello que no se puede tener, ya sea el novio de una amiga, una estrella del cine o alguien que no nos corresponde, suele ser lo que más nos llama la atención y nos atrae. Por supuesto, muchas veces el corazón tiene razones que la razón no entiende, como dice el refrán popular. Pero si los imposibles son algo corriente en tu vida quizás este artículo pueda ayudarte.
Buscando respuestas a nuestra búsqueda de un imposible
¿Te ha pasado más de una vez de “echar el ojo” a alguien que no podías tener por diferentes motivos? ¿Sueles mirar más a una persona casada o comprometida? ¿Te encantan las situaciones prohibidas?
Por supuesto que cada cual tiene derecho a hacer lo que quiere en su vida pero el problema reside en cuánto se sufre por nuestras decisiones, hábitos o elecciones. En el caso de enamorarnos de un imposible las razones podrían ser:
Valorar lo que no se puede tener
Sucede en varios ámbitos. Siempre queremos lo que falta, lo que es imposible de conseguir o aquello que es exclusivo. Esto se aplica cuando hacemos la compra, cuando buscamos un trabajo… ¡o cuando nos gusta alguien! Por ejemplo, en el caso de enamorarte de un hombre casado, quizás pienses que si está “ocupado” es porque realmente vale la pena. Así, si te has fijado en él y tienes la seguridad de que hay más personas que lo valoran positivamente, tu atracción aumentará.
La atracción a los desafíos
Ya que solemos tener una vida muy monótona y rutinaria buscamos la manera de cambiar el día a día. Por ello elegimos irnos de vacaciones a un destino exótico, comer en un restaurante que ofrece platillos internacionales o buscar a una persona difícil de conquistar.
No podemos con la rutina y una forma de intentar romperla es romper con las normas por algún lado. Dejar de se el que siempre hace lo correcto, para poder darle motivos a alguien para que pueda censurarte de verdad y no, quizás, por los errores que cometes sin querer.
No podemos con la rutina y una forma de intentar romperla es romper con las normas por algún lado. Dejar de se el que siempre hace lo correcto, para poder darle motivos a alguien para que pueda censurarte de verdad y no, quizás, por los errores que cometes sin querer.
La falta de confianza o autoestima
Puede ser el amor, pero también vale para otros objetivos. Hay muchas personas que solo saben fijarse objetivos casi imposibles. Haciendo esto se aseguran una explicación en el caso de fracasar en la que de alguna manera no se consideran inmersos.
Por supuesto, esta es una explicación en la que ellos no tienen nada que ver. El hecho de no haber logrado el objetivo marcado (piensan que “por supuesto”) solamente es producto de la dificultad del propio objetivo. Sin embargo, nunca dicen que el objetivo lo eligieron ellos, apostando de antemano a que iban a fracasar.
El miedo al compromiso
Otra de las “excusas” para no tener una relación seria y conformarse con estar un rato con alguien que luego ha de volver a casa o bien con mirar a nuestro colega del trabajo suspirando por su sonrisa.Como inconscientemente no quieres comprometerte entonces eligen a alguien que saben que no les corresponderá.
El romanticismo empedernido
A muchas mujeres les encanta pensar que son las princesas o protagonistas de las historias que cuentan novelas y películas. Por supuesto, porque los finales de los cuentos siempre son hermosos… “y comemos perdices para siempre”. Imaginarse que el otro es el príncipe de nuestra novela llevará a idealizarlo hasta tal punto que existe un temor horrible a que ese amor pueda tocar la realidad.
¿Podemos aprender a no enamorarnos de un imposible?
¡Por supuesto que sí! Tienes que poner lo mejor de ti y confiar en que puedes lograrlo. Antes que nada piensa cuáles son las razones o excusas que te llevan a elegir personas equivocadas. Luego ponte en acción con estos consejos:
Presta más atención a aquellos que se preocupan por ti
No quiere decir que tengas la obligación de enamorarte de tu mejor amig@ o de alguien que te ayuda en el trabajo. Pero muchas veces estás tan enfocado en un amor no correspondido que no te das la oportunidad de abrir el espectro y mirar a tu alrededor.
Recuerda que la vida no es una película
Si estás esperando que venga el caballero en su caballo blanco a rescatarte de la bruja malvada y que para ello deba pelear con un dragón en la cima de un castillo, será mejor que despiertes. No solo porque los dragones no existen o porque no vives en la Edad Media, sino porque la manera de idealizar una relación puede estar evitando que conozcas al amor de tu vida.
Deja de lado los pensamientos negativos
Pensar que salir con alguien casado es “lo mejor a lo que puedo aspirar” te está rebajando demasiado y no lo mereces. Creer que enamorarse de un imposible es la mejor manera para evitar el compromiso quizás tenga que ver con una relación anterior que te hizo sufrir mucho. Estar seguro de que eres desafortunado en el amor no te está ayudando a conocer a tu “media naranja”.
Confía en tus habilidades y personalidad
Quizás el amor es no correspondido porque aún el otro no conoce todo lo bueno que tienes para ofrecer. ¡No escondas tu forma de ser! Recuerda que primero debes amarte a ti mismo para poder recibir el amor por parte de los demás.
Sea de una forma o de otra, algunas personas se empeñan en convertir el amor en un elemento de tortura o en una utopía, como la perfección. Al proyectar sus sentimientos sobre una persona que no pueden alcanzar, se sabotean desde el principio y encarcelan con muchos grilletes a la posibilidad de sentir un amor que puedan tocar, reír o besar.
*Nota de edición: este artículo está dirigido a las mujeres, pero es bueno olvidar que este no es un fenómeno exclusivamente femenino. Sino que la misma cantidad de hombres, o incluso más, también se empeñan en terminar con su amor antes de que empiece y, por lo tanto, pensamos que también pueden aplicar estas recomendaciones.
Fuente: La mente es maravillosa
No hay comentarios:
Publicar un comentario