Todos mentimos. Ya sea una pequeña o
una grande, con buenas o malas intenciones a los demás a nosotros mismos, todos
nos mentimos y nos hemos mentido siempre. Pareciera ser parte de nuestra
naturaleza pero ¿por qué lo hacemos?
La respuesta no es sencilla y no existe una que en realidad nos pueda esclarecer por completo este complejo comportamiento humano.
La respuesta no es sencilla y no existe una que en realidad nos pueda esclarecer por completo este complejo comportamiento humano.
A más mentiras, más sustancia blanca. Un equipo de investigadores de la Universidad de California del Sur (EE UU) descubrió hace unos años que la estructura del cerebro de los mentirosos compulsivos es distinta de la de los honestos. Concretamente, los investigadores estadounidenses han detectado que los embusteros compulsivos tienen en el lóbulo frontal del cerebro más cantidad de sustancia blanca que de sustancia gris, en torno a un 22% más. Dicho de otro modo, cuanto más 'cableado' tiene un sujeto el lóbulo prefrontal mayor es la facilidad que posee para mentir, tal y como daban a conocer en The British Journal of Psiquiatry.
¿Qué
es una mentira?
Las
mentiras y su naturaleza
Para saber qué
es una
mentira necesariamente
debemos entrar en el terreno de la pregunta misma sobre por qué mentimos pues,
analizando las causas de este comportamiento podemos así establecer una
definición muy básica.
En la gran mayoría de los casos, la gente miente para protegerse o para evitar un castigo. Por lo que de algún modo, a primera instancia, bien podríamos decir que se trata de un comportamiento que funciona como un mecanismo de defensa.
En la gran mayoría de los casos, la gente miente para protegerse o para evitar un castigo. Por lo que de algún modo, a primera instancia, bien podríamos decir que se trata de un comportamiento que funciona como un mecanismo de defensa.
Las
mentiras serias
Para este tipo de
mentiras, el psicólogo Paul Ekman, un pionero en el
estudio de las emociones y su relación con el comportamiento y las
expresiones humanas (quien inspiró la serie televisiva Lie
to me), elaboró una categoría que denominó las
mentiras serias.
Estas mentiras, si son descubiertas, se caracterizan por tener como resultado un castigo mucho más significativo que las anteriormente mencionadas. Ellas pueden ser por ejemplo la pérdida de la libertad, grandes sumas de dinero, un empleo, una relación, una reputación o incluso la vida misma.
Entonces es muy importante preguntarnos ¿por qué la gente miente? ¿Por qué se arriesga a perderlo todo?
Estas mentiras, si son descubiertas, se caracterizan por tener como resultado un castigo mucho más significativo que las anteriormente mencionadas. Ellas pueden ser por ejemplo la pérdida de la libertad, grandes sumas de dinero, un empleo, una relación, una reputación o incluso la vida misma.
Entonces es muy importante preguntarnos ¿por qué la gente miente? ¿Por qué se arriesga a perderlo todo?
Por
qué la gente miente
Además del doctor
Ekman, otro psicólogo llamado Robert Feldman, profesor en la
Universidad de Massachusetts, también se ha pasado varios años de su vida
alrededor de un montón de mentiras. Ha estudiado la relación entre las mentiras y la decepción de los
seres humanos durante más de 25 años, siendo una eminencia en dicha cuestión.
Según Feldman, las personas mienten de la siguiente forma y por determinadas razones que veremos a continuación...
Según Feldman, las personas mienten de la siguiente forma y por determinadas razones que veremos a continuación...
En
las relaciones, generalmente para:
· Cubrir un engaño
· Ocultar sentimientos encontrados con
otra persona y temor a contarlo
· La verdad incomoda
· Evitar una posible confrontación, ya que
si la pareja se entera de la verdad, puede disgustarse
En
el trabajo, generalmente para:
· Sobresalir en el grupo
· Desprestigiar a sus
compañeros
· Ocultar las verdaderas razones de una
falta
· Conseguir mayores
ganancias
· Evitar
responsabilidades
· Evitar un despido
· Darle mayores connotaciones positivas a
una verdad
A
nosotros mismos
Este es un caso muy
particular pues lo que generalmente sucede es que las
personas mienten tanto y se esfuerzan tanto en hacer
creer que esa mentira es cierta, que terminan interiorizándola a un nivel tal
que la propia persona termina creyendo que es cierto.
La mente es capaz de
semejante engaño y aunque suena tan complejo, como en realidad lo es, es muy
común. En especial frente a
una verdad muy dura.
La necesidad de
parecer especialista en todas las áreas obliga al 53% de los encuestados a usar
indicadores sociales de la intelectualidad como las gafas o trajes
formales.
El 52% en su desesperada persecución de una imagen refinada adorna sus estantes con libros que nunca ha leído, entre los cuales destacan 'Guerra y paz' de León Tolstói, '1984' de George Orwell y 'Grandes esperanzas' de Charles Dickens. El 11% miente sobre su puesto de trabajo y rango profesional.
El 52% en su desesperada persecución de una imagen refinada adorna sus estantes con libros que nunca ha leído, entre los cuales destacan 'Guerra y paz' de León Tolstói, '1984' de George Orwell y 'Grandes esperanzas' de Charles Dickens. El 11% miente sobre su puesto de trabajo y rango profesional.
Según los científicos
británicos, fingimos ser intelectuales para parecer más atractivos sexualmente
a las parejas potenciales. Dos tercios de los encuestados afirman que los atrae
el intelecto, y el 70% dice que prefiere la inteligencia a la belleza de su
pareja.
“Las investigaciones demostraron que el intelecto vuelve a ser sexualmente atractivo como nunca antes, y muchos de nosotros realizamos enormes esfuerzos para causar la impresión de que somos más inteligentes de lo que realmente somos”, explica el especialista en psicología del comportamiento Jo Hemmings.
“Las investigaciones demostraron que el intelecto vuelve a ser sexualmente atractivo como nunca antes, y muchos de nosotros realizamos enormes esfuerzos para causar la impresión de que somos más inteligentes de lo que realmente somos”, explica el especialista en psicología del comportamiento Jo Hemmings.
En el 'grupo de
riesgo' se encuentran temas como literatura, vinos, cine de experimentación o
películas en lenguas extranjeras y erudición.
Segun la hora
Nuestra capacidad de autocontrol para evitar decir mentiras se reduce a medida que avanza el día, lo que nos convierte en personas más propensas a los embustes durante la tarde y la noche, según un nuevo estudio publicado en la revista Psychological Science.
Segun la hora
Nuestra capacidad de autocontrol para evitar decir mentiras se reduce a medida que avanza el día, lo que nos convierte en personas más propensas a los embustes durante la tarde y la noche, según un nuevo estudio publicado en la revista Psychological Science.
Los autores querían averiguar si los comportamientos poco éticos, como el engaño y la mentira, dependían de la hora del día, ya que habían observado "que los experimentos desarrollados por la mañana sistemáticamente daban resultados con menor nivel de comportamiento antiético", explica Maryam Kouchaki, investigadora de la Universidad de Harvard y coautora del trabajo.
Sus experimentos confirmaron que por las mañanas tendemos a ser más honestos que cuando el día está a punto de terminar, incluso si tendemos a sentirnos culpables tras "soltar" una mentira. Los científicos lo atribuyen a que, en el transcurso del día, el autocontrol se "desgasta" debido a la falta de descanso y al constante ejercicio de toma de decisiones al que nos vemos sometidos.
En cuanto a las aplicaciones de este estudio, los investigadores aseguran que "tanto si intentas controlar tus propias tentaciones, como si eres un padre, un maestro o un gerente preocupado por el posible comportamiento antiético de otros, la investigación sugiere que deberías tener en cuenta algo tan mundano como la hora del día".
Mentiras insanas
Decir la verdad mejora la salud física y mental de las personas, según un estudio titulado "Ciencia de la Honestidad" Y dado a conocer en la última convención Anual de la Asociación Americana de Psicología. Por término medio, se estima que un norteamericano miente 11 veces cada semana. En los experimentos con más de un centenar de personas, Antita E. Kelly y sus colegas de la Universidad de Notre Dame comprobaron que si se les pedía que redujeran el número de mentiras, transcurridas diez semanas su salud física y mental había mejorado notablemente.
http://www.ojocientifico.com/3893/por-que-mentimos, Muy Interesante (Autora: Elena Sanz),
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