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El aprendizaje es progresivo


De la mano al cerebro. La mano contribuyó al desarrollo del cerebro y se convirtió en ejecutora de sus decisiones. La palabra creó un mundo cultural y simbólico. La imprenta y la educación masiva situaron en el hemisferio izquierdo la razón y en el derecho la intuición, la creatividad y las emociones. Un cable de fibras nerviosas los une, facilitando la cooperación entre estas dos formas de pensar.

Sócrates fue hijo de una partera y  partero de las almas. Lo hacía preguntando: ¿qué es la belleza? ¿qué hace que lo bello sea bello? Las respuestas eran cada vez más breves hasta que el otro reconocía su ignorancia. Sócrates dijo “sólo sé que no se nada”, era partero de ideas pero no daba a luz: cada persona lo hacía conociéndose a sí misma. Escuchar la voz interior y saber lo que se quiere es lograr motivación.

Aprender a escuchar. El aprendizaje es progresivo: reproducción textual, decir con otras palabras, descifrar emociones, sintetizar, demostrar interés haciendo feedback, preguntar, mirar a la cara, tomar notas. La clave es no dialogar con uno mismo sino abrir la mente. Escuchar es construir  redes de comunicación, de expertos, de conocimientos y de confianza. Tenemos dos orejas y una sola lengua para escuchar el doble de lo que decimos.

Se puede hablar sin decir y oír sin escuchar. Hay que mejorar la calidad del diálogo. Sólo el 7%  es verbal, lo emocional se expresa con tonos, expresiones y ademanes. Hay que observar más  lo que se hace que lo que se dice. No basta con simpatizar, empatía es sentir lo que el otro siente, saber lo que le pasa, detectar la congruencia entre lo que dice, piensa y corporiza.

La empatía crea la destreza social.

Los hombres expresan el libreto que la cultura les permite. Pueden minimizar o exagerar. Las emociones contagian y se transfieren como un virus. Quien sabe escuchar, incrementa  su poder de persuasión que se mide por el grado de influencia. Los que se “meten a la gente en el bolsillo” saben conectarse. La clave es realizar un identikit auditivo.

Quien no escucha vende productos, quien sabe escuchar vende soluciones. Las mejores empresas son las que escuchan al cliente porque pueden transmitir el mensaje apropiado.

Poner la oreja. La credibilidad crece al entregarse primero para poder influir después, en lugar de dar consejos. Saber escuchar exige dejar de juzgar, crear un espacio de silencio para responder  con responsabilidad,  sabiendo manejar las propias emociones. Se recuerda el 5% de lo que se escucha, el 25% de lo que se ve y el 90 % de lo que se hace. Por lo tanto, hay que escuchar activamente, con entusiasmo, haciendo de la escucha un acto.

Cursos de Audición. Como escuchar es más que oír, es necesario capacitarse.
La lectura rápida y la capacidad de escucha se potencian con métodos de estudio que enseñan a jerarquizar y sintetizar los contenidos, dominando los principios del análisis y de la síntesis.

Esto contribuye a no escribir todo lo que se escucha o lo que se lee y a usar la escritura veloz para lo que es importante o significativo. La memoria es un complemento eficaz si funciona como en el cine, donde se recuerda el film sin anotaciones, repeticiones, ni repasos. La clave es poder reconstruir el original de lo escuchado o leído. Einstein decía que “estaba seguro que sabía lo que podía explicar a su abuelita”.  Los mapas conceptuales y la grafosíntesis de los conceptos en imágenes, son técnicas complementarias para demostrar y ordenar el saber. Los cursos incluyen sistemas de reorganización del discurso.

El alfabeto taquigráfico
La escritura sin signos y la taquidactilografía se basan en el alfabeto tradicional, usando algunas consonantes: b c d f g h j l m n ñ p r s t v y y  las vocales para construir  taquigramas arbitrarios que representan los sonidos. La ortografía taquigráfica suprime o sustituye algunas letras del alfabeto corriente. La escritura fonética trabaja con las terminaciones y prefijos variando sus elementos sin alterar el conjunto fonético. Es la parte de la taquigrafía que más que contribuye a adquirir velocidad.



Las abreviaturas taquigráficas se construyen arbitrariamente e incluyen frasenogramas, que son enlaces de palabras que puedan unirse y reconocerse fácilmente. Existen  abreviaturas de uso común y otras referidas al lenguaje de una actividad, de una ciencia o de un arte, que pueden subdividirse en comerciales, parlamentarias, forenses, etc.
Speed writing. Al tratarse de un método fonético la taquigrafía sin signos se adapta a cualquier idioma. Veamos algunos ejemplos.

Omitir vocales:  background  bkgnd  /estimate estmt
Utilizar sílabas en lugar de la palabra: politics  pol/ environment env
Usar abreviaturas: psychology  psych/ experience exp
O números por sílabas: foreign  4n/ intuition n2ition
Frase ejemplo: The new book is big/  nu bk s bg


Muchos siglos han pasado pero todavía se asocia a la TAQUIGRAFÍA con  los  signos que se estudiaban en el colegio, sin saber  que significa la ESCRITURA VELOZ.  En esta época de cambios vertiginosos no podemos quedarnos en el pasado y repetir sus recetas en contextos distintos. Hay que apostar por el presente con los ojos puestos en el futuro, que es la forma que tiene el porvenir de intervenir en el cambio. El futuro no existe, debemos inventarlo y escribirlo con palabras cada vez más cortas,  que movilicen los conceptos constructores de un pensamiento cada vez más creativo, estratégico y veloz.


Dr. Horacio Krell. Director de ILVEM, entidad dedicada al desarrollo de la inteligencia humana. horaciokrell@ilvem.com
 

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