¿Qué harías si
no tuvieras miedo?
El miedo nos ayuda a sobrevivir pero también nos
limita y ha sido utilizado muchas veces para doblegar voluntades.
Afecta tanto al cuerpo como a la mente.
Pero el miedo a veces está
sólo en nuestra mente, porque puede
ser imaginario, cuando no tiene una correspondencia con un
peligro real.
Existen muchos tipos de miedo, el
miedo al fracaso, el miedo al rechazo, el miedo a la pérdida de poder y el
miedo al cambio.
Carl Jung el gran psiquiatra y psicoanalista suizo,
sostenía que todos tenemos
ciertos rasgos que ocultamos, ya que desde pequeños nos dimos
cuenta que esto era necesario si queríamos ser aceptados.
Ese conjunto de rasgos
que no aceptamos de nosotros mismos, son como una sombra que aflora en
algún momento de nuestra vida.
Junto a “la sombra”,
desarrollamos lo que Freud llamaba “el
ideal del yo”, que es un yo que creamos para encajar en nuestro entorno y no
ser rechazados.
La no aceptación de la
sombra conlleva muchos problemas, puesto que no nos aceptamos a nosotros mismos por miedo,
no nos queremos. El miedo
es lo contrario del amor. No nos amamos por miedo a nosotros
mismos y no somos capaces de amar a otros.
El miedo es una
emoción, algo que de a ratos nos invade y hasta nos controla y nos impulsa a
hacer cosas que no queremos hacer, como discriminar, o tratar mal a alguien que
en realidad no conocemos o no se lo merece.
El miedo es una sensación
que el ser humano desarrolló como método psíquico de autodefensa. Tenemos miedo
cuando creemos que estamos bajo algún riesgo, ya sea físico, moral, psicológico,
económico, etc.
Como estrategia de protección es bueno, necesitamos protegernos, por eso existe esta sensación.
Como estrategia de protección es bueno, necesitamos protegernos, por eso existe esta sensación.
Lo malo resulta cuando este sistema de defensa del cuerpo y la mente TOMA
CONTROL del cuerpo y la mente. Cuando llega a niveles muy altos puede causar
ciertos grados de deterioro físico o mental, e incluso locura.
Al igual que la ira y el hedonismo (placer), el miedo en niveles avanzados nos
lleva a hacer cosas que normalmente no haríamos. A veces confundimos los actos
de los demás por obra del miedo como actos de su personalidad, y los
catalogamos de "cobardes", o incluso como "malas personas"
(cuando nos rechazan o discriminan).
Nuestro miedo a amar deriva de nuestra falta de amor a nosotros mismos o falta de autoestima ¿Si no podemos amarnos a nosotros mismos cómo vamos a amar a otra persona?
Nuestro miedo a amar deriva de nuestra falta de amor a nosotros mismos o falta de autoestima ¿Si no podemos amarnos a nosotros mismos cómo vamos a amar a otra persona?
El miedo hace mas daño a quien lo tiene que a quien lo
sufre, no lo olviden.
Paulo Freire sostiene que: "El contrario del amor
no es, como muchas veces o casi siempre se piensa, el odio, sino el miedo de
amar, y el miedo de amar es miedo de ser libre”.
Es imposible
amar a quien se teme.
El amor te dulcifica,
el miedo te endurece.
El amor te abre
al universo, el miedo te encierra en ti mismo.
No existe
distancia mayor entre dos corazones que esa.
No amar por temor a
sufrir es como no vivir por temor a morir”.(Ernesto Mallo)
Autora: Arantxa Alvaro Fariñas
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