En la costa noroeste
de Irlanda se repite cada día una historia sorprendente: una amistad muy poco
habitual.
El espectáculo
tiene lugar frente al puerto de Middletown, un pequeño pueblo de Irlanda.
El perro, un
labrador canela llamado Ben, ha entablado amistad con un delfín al que han
apodado “Doogie”. Todos los días el labrador sale corriendo, desciende las
escaleras y va a nadar con su inseparable amigo.
Todos los
días, el Ferry local tiene que partir, y ese es el momento del fin del juego
diario para ambos puesto que tienen que hacerles paso, un juego ambos retoman
al día siguiente.
El delfín es
una hembra vista por primera vez en 2006, cuando el cadaver de otro delfín
apareció en la orilla, y el que probablemente fuera su pareja. Los lugareños
atribuyen a ello las visitas de Doogie.
Una historia
tan bonita como inusual.
Original: Franklin Sinclair
Fuente: La voz del muro
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