1. En búsqueda.
“La verdad sólo podemos encontrarla si la buscamos en nosotros mismos, nunca a base de argumentos y discusiones.
Si alguien lee “Dios” en vez de “verdad”, es lo mismo. Pues la verdad es Dios”.
“Para encontrar un diamante hay que trabajar muy duramente y remover cientos de toneladas de tierra y piedras.
¿Empleamos nosotros al menos una mínima parte de ese trabajo en eliminar la escoria de la falsedad y en buscar el diamante de la verdad?”
“¿Cómo puede conocer la verdad alguien en cuya alma bullen constantemente las pasiones? El bullir de las pasiones en el alma es como una tempestad en el océano. En la tempestad del océano, el timonel se salva si sujeta con fuerza el timón, y en la tempestad del alma sólo sale victorioso el que se apoya en el rama-nana (invocación del nombre de Dios)”
“La clave de la felicidad consiste en honrar la verdad, dadora de todas las cosas.
Pero ¿cómo hemos de honrar la verdad? ¿Quién conoce la verdad?
Nosotros nos referimos a una verdad relativa, a lo que se nos muestra como verdad. La experiencia nos demostrará que es muy difícil seguir la verdad, incluso entendida en ese sentido limitado”
“Guardémonos del saber engañoso.
Es el saber engañoso lo que nos mantiene alejados de la verdad o nos aparta de ella. Aun la más pequeña falsedad echa a perder el ser humano, del mismo modo que una gota de veneno arruina todo un mar”.
2. Sinceridad y consagración a la verdad
Superemos las contrariedades y oscilaciones.
“Detrás de la aflicción se esconde la felicidad, y detrás la felicidad la aflicción. Donde brilla el sol también hay sombras; donde hay luz también hay oscuridad; donde hay nacimiento también hay muerte.
La liberación de todo consiste en no dejarse afectar por estas contradicciones.
Y el método para vencerlas no consiste en deshacerlas sino en elevarse por encima de ellas y ser absolutamente libre de toda supeditación a ellas”.
“Si alguien sabe que algo es la verdad, ¿por qué duda en manifestarla? ¿Se avergüenza? ¿Avergonzarse de qué?... Deberíamos... liberarnos de las malas costumbres, pues de lo contrario no podremos seguir el camino de la verdad.
Tenemos que sacrificarlo todo en el altar e la verdad.
Muchas veces no queremos aparecer como lo que somos, sino mucho mejores.
Si somos débiles, ¡qué bueno sería para nosotros aparecer como tales...!
Si deseamos crecer, debemos actuar y pensar con nobleza. Y si esto no es posible, debemos aparecer como débiles. Así alcanzaremos un día la anhelada altura”
“No se es un satyagrahi –el que se aferra a la verdad- por el mero hecho de presentarse como tal. Sólo la contemplación de la verdad pura hace del ser humano un satygrahi...”
“En el Times of India aparece un “pensamiento para el día” que me gusta y dice:
«Cree en la verdad, piensa la verdad y vive la verdad. Por mucho que parezca que triunfa la mentiras, ésta nunca puede triunfar sobre la verdad».
¿Por qué el ser humano teme decir y hacer la verdad y no tiene miedo a decir y hacer la falsedad?”
“Quien se consagra a la verdad debe practicar el silencio.
Sin embargo, hay muchos buscadores de la verdad que hablan en exceso, lo cual significa que esto se ha convertido en ellos en una costumbre. Deberíamos abandonar esa costumbre.
Una palabra inútil es una herida infligida a la verdad.
Por eso resulta más fácil hacer la verdad si se respeta el silencio.
No pierdas la serenidad si alguien te llama mentiroso o te contradice. Si quieres decir algo, dilo tranquilamente. Si no, posiblemente lo mejor es guardar silencio. Si eres verdaderamente sincero, no te vas a convertir en mentiroso por el mero hecho de que alguien te lo llame”
3. Palabra verdadera y eficaz
“La mentira destruye el alma; la verdad la fortalece... Sabiendo como sabemos que todas las cosas tienen dos lados, sólo debemos mirar al lado positivo.
Una sola palabra, si es verdadera, es suficiente. En cambio, las palabras falsas, por muchas que sean, no tienen ningún valor... El poder de una palabra verdadera es tal que le conduce a uno del egoísmo al altruísmo...”
“El hombre mentiroso procura tener a punto muchas escapatorias... En cambio, un hombre que ama la verdad suprime todas las escapatorias... Sigue el camino recto aun con los ojos vendados... Quien sigue la verdad a toda costa tiene que estar siempre dispuesto a morir por ella y, cuando llegue el momento, tendrá que entregar su vida...”
“Superstición y verdad no van juntas. A un lado, la verdad; al otro, el dominio sobre la tierra. ¡Oh corazón mío, deberías elegir la verdad y rechazar el dominio!
Si alguien quiere hacer suya la verdad, necesita tener una paciencia inagotable.
La belleza no está en la apariencia sino únicamente en la verdad”
Mahatma Gandhi: "Palabras a un amigo"
Ed. Sal Terrae, pp. 13-23
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